Quiropráctica Santaella está formado por un equipo altamente cualificado con una experiencia conjunta de más de 20 años. Los quiroprácticos son miembros de la AEQ (Asociación Española de Quiropráctica). La AEQ reúne exclusivamente a los Quiroprácticos con título universitario expedido por alguna de las universidades de quiropráctica reconocidas internacionalmente por el Consejo Europeo de Educación Quiropráctica y unos requisitos de formación continuada en diferentes ámbitos de la profesión. En la actualidad la AEQ está formada por 350 miembros.

Pedro Santaella

Doctor en Quiropráctica

Graduado en 2006 como Doctor en Quiropráctica por la Universidad inglesa Anglo-European College of Chiropractic. Se inicio como informático y, tras años emprendiendo en el mundo de los ordenadores y fundar su propia empresa, decidió redirigir su carrera profesional y dedicarse a su verdadera pasión: entender el funcionamiento del cuerpo humano. Por ello, comenzó a atender a los demás ayudándoles a mejorar su calidad de vida a través del ejercicio de la quiropráctica.

Tras graduarse continuó su formación en Kinesiología Aplicada (AK) técnica que utiliza a diario en la consulta con grandes resultados. Asimismo, su pasión hacia la Quiropráctica le llevó a ejercer como formador de futuros quiroprácticos, ejerciendo de supervisor en la clínica de los alumnos de 5º curso del Madrid College of Chiropractic, en la Universidad de El Escorial.

A día de hoy dedica su tiempo a su consulta privada, a su labor como docente en la universidad y a su familia.

Ana Castaño

Asistente Quiropráctica

Su experiencia como Técnico Administrativo y su curiosidad por conocer las terapias alternativas, le llevaron a trabajar en Quiropráctica Santaella.
Cuando comenzó a trabajar en el centro para Ana todo era una novedad, un mundo muy diferente al “quiromasaje” que era lo que más se aproximaba a una de sus formaciones, pero enseguida pudo entender las diferencias.

Este entendimiento llegó tras una lesión y un intenso dolor en el brazo que redujo su movilidad. Desde entonces, se convirtió en paciente y la mejor profesional para ponerse en la piel de todos nuestros clientes ya que ha experimentado en primera persona todo el procedimiento para su recuperación definitiva.

Ana cree firmemente en la importancia de “identificar las señales que nos manda nuestro cuerpo para que este pueda autorecuperarse”. De esta forma, es consciente de que los medicamentos no son la única solución, sino también “la capacidad de gestionar las emociones para alcanzar una salud plena”.

El ambiente en el trabajo hace que esté feliz, su vida ha dado un vuelco en este sentido. Trabajar aprendiendo, tratar con los pacientes que se muestran muy cercanos, poder ayudar aunque solo sea escuchándoles y la buena sintonía del equipo, hace que las jornadas de trabajo sean especiales.