La quiropráctica no trata ningún problema.  La quiropráctica ayuda a que el cuerpo funcione correctamente y muchos síntomas desaparecen como consecuencia de esto. Muchos de nuestros pacientes vienen aquejados de dolor lumbar, cervical, dolores de cabeza, ciática, mareos, vértigos o malestar digestivo entre muchos otros síntomas. Estos son algunos de los problemas con más éxito de recuperación en nuestra consulta.